- La Asociación de familias y amigos de personas con trastorno específico del lenguaje de Euskadi (TEL Euskadi), la Asociación de profesionales de Atención Temprana del País Vasco y Osasun Ikaskuntza Fundazioa-Fundación de Estudios Sanitarios del Colegio de Médicos de Bizkaia, han celebrado un curso para aumentar la formación de los profesionales sobre este problema.
- Los menores con 24 meses de edad, si no manejan más de 50 palabras en su vocabulario, pueden tener un trastorno de desarrollo del lenguaje (TDL/TEL).
- Si no se interviene de una forma precoz y continuada, entre un 40 y un 80% de estos escolares tendrá problemas de lectura y escritura, y de ellos, un 80%, fracaso escolar.
Bilbao, noviembre de 2021.- El Colegio de Médicos de Bizkaia (CMB) ha acogido la celebración del curso ‘Dificultades del lenguaje. Reflexiones sobre el diagnóstico y la importancia de la intervención temprana’. La iniciativa ha estado organizada por la Asociación de familias y amigos de personas con trastorno específico del lenguaje de Euskadi (TEL Euskadi), la Asociación de profesionales de Atención Temprana del País Vasco y Osasun Ikaskuntza Fundazioa-Fundación de Estudios Sanitarios del CMB.
Esta formación, dirigida a ampliar el conocimiento sobre el trastorno de desarrollo del lenguaje/trastorno específico del lenguaje (TDL/TEL), ha tenido como ponentes a Gregorio Montero, médico psiquiatra, especialista en el área de adicciones e infantojuvenil; Borja Laña, neuropediatra del Hospital Universitario Donostia; y Antonio Clemente, presidente del Colegio de Logopedas del País Vasco.
Tal y como ha puesto de manifiesto el presidente de este colegio profesional, «en Euskadi, existe una falta de estadísticas con respecto al trastorno de desarrollo del lenguaje. No obstante, gracias a estudios internacionales, estimamos una prevalencia del TDL/TEL de alrededor del 7% de la población escolar en Euskadi, es decir, en torno a 20.500 alumnos y alumnas, del total de 293.686 alumnos escolarizados, tendrían este trastorno. Y la inmensa mayoría, sin diagnosticar».
La mayor parte de estos menores con TDL/TEL se agrupa en Educación Primaria, con casi 9.000 escolares, seguida de Educación Secundaria Obligatoria, con más de 6.000, y de Educación Infantil, con casi 5.500 niños y niñas.
Según ha manifestado el presidente del Colegio de Logopedas del País Vasco en relación a la evolución posterior del colectivo de menores con este trastorno, «si no se interviene de una forma precoz y continuada, entre un 40 y un 80% de estos escolares tendrá problemas de lectura y escritura, y un 80% de ellos, fracaso escolar». En este sentido, la «fórmula del éxito» para el experto conlleva «la detección precoz, una intervención intensiva, sistemática y prolongada, y la adaptación y soporte en los ámbitos escolar y familiar».
Un vocabulario menor a 50 palabras a los dos años de edad puede ser una señal de alarma
Antonio Clemente ha explicado a los asistentes al curso, entre los que se encontraban tanto profesionales de los ámbitos sanitario y educativo, como familiares, que «una señal de alerta que puede ayudar a predecir un posible trastorno del desarrollo del lenguaje oral o escrito es que el menor, a los 24 meses de edad, cuente con un repertorio de vocabulario inferior a 50 palabras inteligibles o presente una ausencia de emisiones de combinaciones de dos palabras». En estos casos, es necesario evaluar a estos niños cada 3 o 6 meses e introducir modificaciones en su entorno familiar y escolar.
No obstante, el TDL/TEL se presenta de forma heterogénea, «tanto en niños y niñas que muestran sólo retraso en el área expresiva o, por otra parte, menores que presentan un retraso expresivo-receptivo. La prevalencia del inicio tardío del lenguaje en los niños de 2 años va del 9,6% (12,8% en niños y 6,5% en niñas) al 13,71%».
Prevenir la cronificación
Las dificultades persistentes en la comprensión o producción del lenguaje repercuten en los logros académicos, la comunicación eficaz y la socialización. El también vicepresidente segundo del Consejo General de Colegios de Logopedas ha destacado que «los niños y niñas de entre 24 y 30 meses de edad con dificultades en el lenguaje receptivo, expresivo o ambos, se pueden beneficiar de una intervención logopédica temprana como un factor protector, especialmente si los padres están directamente involucrados en el tratamiento».
Existen igualmente unos índices predictivos de riesgo de cronificación, entre los que ha citado «los antecedentes familiares, (entre un 50% y un 70% de los niños y niñas con TEL/TDL tiene antecedentes familiares de dificultades similares), una comprensión limitada por parte del menor (cuando un niño habla mal, se constata de forma evidente, pero cuando comprende mal, este problema suele pasar desapercibido) y, por último, una limitación significativa en el desarrollo fonológico y sintáctico del menor con el trastorno».
Un problema casi desconocido, a pesar de su gran prevalencia
El experto se ha lamentado de que el TDL/TEL aún es considerado como un trastorno invisible. «A pesar de ser más prevalente que otros trastornos más conocidos como el trastorno del espectro del autismo (TEA) o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), muchas personas, e incluso profesionales del ámbito sanitario y educativo, no han oído hablar de este trastorno, por lo que cursos como este son de gran importancia».
Propuestas para mejorar la situación
El presidente del Colegio de Logopedas del País Vasco ha abogado por un reconocimiento oficial y en distintos ámbitos de la discapacidad que sufre una persona con TDL/TEL, así como un plan de mejora de la formación de los profesionales de la Sanidad y de la Educación, la realización de campañas de visibilidad de este trastorno, la elaboración de un trabajo estadístico adecuado, la previsión de partidas presupuestarias que garanticen la igualdad de oportunidades, acciones en el campo de la escolarización y más investigación, tanto para conocer las causas del problema como mejorar el diagnóstico temprano y los tratamientos.
Su alocución ha finalizado poniendo de manifiesto «la conveniencia de que se cuente con una ratio más alta de logopedas en sanidad, la incorporación de las y los logopedas en el contexto educativo y el aumento de la presencia de los logopedas en centros de atención temprana». A este respecto, ha destacado que «las dificultades de comunicación y de lenguaje son las demandas más frecuentes en los centros de atención temprana y aún así, la proporción de logopedas es muy baja en relación a otros profesionales».